The New Spaniard: Quinto aniversario club espeng

Continuando con la entrada anterior, ahora me toca relatar el domingo.

El domingo amaneció con un día guapísimo, y te lo digo yo, que vi cómo salia el sol a medida que caminaba a casa para dormir un rato. Era el quinto aniversario del club de intercambio de inglés-español al que suelo ir los jueves, el club espeng. A la 1 me fui con Ana la portuguesa a Greenwich - sí, el del meridiano de Greenwich solo que realmente se pronuncia "griinich" - a comer con gente del club. Me tomé un clásico de la gastronomía británica: roast beef.

Luego, tomamos un barco para ir a Waterloo, es decir, la zona del Big Ben y el London Eye (la noria). El paseo fue guapo, pero nada del otro mundo. Londres no tiene mucho que ver excepto el centro.

Allí nos esperaba el Thames Festival. Había puestos de venta de cosas de todo tipo, puestos de comida, mimos, escenarios, etc. Allí encontramos un puesto de comida española, concretamente, un puesto de ¡paella! Había una cola tremenda, pero mereció la pena esperar y pagar 6 libras por una jugosa paella de marisco hecha delante de nuestras propias narices en unas paelleras gigantes, vamos, las típicas de casi un metro de diámetro que se ven en la tele. Luego, cuando acabamos, vimos un puesto de churros con chocolate, así que ¡calorías pal cuerpo! Allí nos metimos la Charlotte y yo a comer churrotes que no estaban nada mal.

Luego, nos metimos en los Jubilee Gardens, donde solemos hacer botellones, detrás de la noria, para ver un espectáculo de Free Run o Parkour impresionante. Luego vino lo mejor: petebox, the human beatbox. Un tipo que hacía música con la boca sin ningún tipo de instrumento musical. Pensé que había vuelto al Fabric [jaja] pero esta vez era más agradable. Impresionante como alguien puede hacer música con la boca casi indistinguible de una caja de ritmos. Al final, se ayudó con micro que grababa una pista para hacer ritmos, melodías y tal. Al final eso parecía una pista de baile.

Para finalizar se lanzaron fuegos artificiales. Estuvieron muy guapos por que aquí les mola lo de iluminar el cielo, no meter ruido como nosotros [jaja].

Y nada, os dejo alguna fotuca.