Camino a la perdición

Últimamente estoy perdiendo el control de la cantidad de alcohol ingerida, ya no solo en un día, sino en una semana.

Quiero decir, antes, en España, bebía solo el fin de semana, preferiblemente un dia: viernes o sábado, o ambos. Incluso, había muchos fines que no salía y bebía solo una san miguel de 33cl en una semana.

Aquí todo cambia. La gente o trabaja o está en el bar. Es increíble. Y además, aquí no se beben las tristes botellitas verdes (heineken) o marrones (san miguel) de 33 cl. Aquí se beben pintas! Hablamos de poco más de medio litro de cerveza por poco más de 3 libras! Es como si allí te pides un katxi de cerveza por 3.50 Euros, pero aquí aún lleva más!

La trampa está en que, normalmente los viernes, aunque puede ser cualquier día de la semana, te dicen los compañeros: vienes a tomar unas pintas al bar? Y uno, que tiene ganas de salir, dice: claro, por qué no? Y hala! ya nos hemos metido en el circulo de la perdición. A la primera inocente y deliciosa pinta de lo que sea (san miguel, guiness, tribute, strongbow...) le siguen las siguientes. Aquí hay una sana costumbre de invitar a rondas en cuanto ven que los vasos se quedan vacíos. Gastar, gasto poco dinero, pero madre mía, mi hígado me va a dar una sorpresita un día de estos. Es que a lo tonto te acabas bebiendo de 4 a 6 pintas... hablamos de 2-3 litros de cerveza!!!! Y menudo colocón!!

Fijaros hasta donde empiezo a preocuparme que mi barriga ya empieza a pasar de los niveles que considero normales. Incluso he hablado con un compañero ex-alcoholico para que me recomiende qué hacer para controlar este descontrol.

Es que la vida de soltero a estas alturas se paga cada vez más y más caro.